Zafira empieza ahora a seguir los pasos de Melina, ya que encontrò su diario personal en la casa de ella, junto al lecho de su ama y leyo lo siguiente:
Siempre he querido pintar y pintar, dibujar con mi cuerpo, con mi cola pintar,
saltar de este a oeste de la casa, dejando huella en el papel, en el suelo, en las paredes... escribir tambièn es pintar, todo tipo de expresiòn espacio-temporal me ilumina y me acaricia en las noches oscuras y frias. Es mi consuelo, es mi vida, es mi estancia personal, es mi conecciòn con el cosmos...
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