Melina ha seguido dibujando, ahora hizo un autorretrato de cuando era muy jòven y aùn no tenìa a Benito-su hijo. Èste dibujo lo realizo sobre la arena y luego lo copio en los papeles degrade que tomo del taller de su ama.
Ella dice que dibujar sobre la arena nos ayuda a canalizar las situaciones dificiles; ya que el agua del mar borra naturalmente la imagen y asì podemos entender que la vida tiene un ciclo, que todo tiene un final. Nada es para siempre y su color ocre sana su lado femenino aumentendo su capacidad de desapego.
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